Imagined damage

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The body of Homo sapiens (ma non troppo) is managed by a socialized brain, trained in the culture to which it belongs. Many of its decisions will arise, inevitably, from what this culture dictates. Network programs are genetically disposed to be activated by both expectations and beliefs. If not, we would not be human. The development of the neocortex only finds its evolutive sense in our learning ability by representing reality imaginatively without suffering from it, ruminating what has been learned (in theory and practice) to extract knowledge and to avoid real damage in the theoretical, simulated tests.
It’s impossible to imagine something that has marked us as a species without having in mind the very human imagination function.
The ability to imagine does not guarantee us anything. It’s a laboratory where uncertainty is processed, the past and the present are reviewed in order to anticipate the future, ours and others’. In this laboratory of simulation of reality, everything is possible. The brain can give appearance to all kinds of events.
– It’s like my head’s exploding … as if my arteries were swollen… as if my eyes were being pulled out …
The imaginative function is as real as breathing, digestion or kidney filtering but us sapiens (ma non troppo) don’t like to be reminded that what is perceived may come from the imagined.
– I’m not imagining anything, it just hurts.
Reluctance appears especially when assessing somatic issues. For God’s sake! pain perception can’t come from the imagined whatsoever. It necessarily has to come from a somatic physical disturbance or a psychological inconvenience.
Imagining is a neuronal function, namely, somatic. It’s not an ethereal, irrelevant function.
Tell me what you’re imagining and I’ll tell you what you’re suffering from.
Imagining reality doesn’t create it magically. It only attributes it a possibility-probability.
Imagining that the plane will fall into the sea does not make it fall, but imagining the journey as a dangerous one will trigger the perception of danger, as if… we were falling into the sea.  
The neuronal network imagines at all levels in all its layers, from the most basic circuits to the most complex ones.
It’s easy to deduce whether something comes from imagination or not.
It hurts and you have nothing, so the pain comes from the brain’s imagination.
The alarm has gone off. There are no thieves, so the system has imagined a possible-probable theft.
Experts do not consider neuronal imagination as a source of suffering. Anything can be one: arteries, veins, diet, wind, stress, (female) hormones, electromagnetic radiation, sociopsiconeuroimmuneendocrineosteomioarticular decontrol. Everything is plausible …
– So you are saying that it may hurt because the brain is imagining damage?
– Yes
– And… that’s it?
We should control imagination, avoid its ravings. But this requires experts to begin taking it seriously. Brains don’t imagine what they want, but what they can. They just ruminate what was presented as possible by the instructors.
I can’t imagine experts accepting the importance of the imaginative neuronal function all of a sudden.
– No wonder it hurts. Your spine is a mess.
– That’s what I thought… I wasn’t imagining things …

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About arturo goicoechea

Born in Mondragón, Guipúzcoa, in 1946. Head of the Neurology Department at the Santiago Hospital in Vitoria (Álava), Spain. Published books: Jaqueca, 2004. Depresión y dolor, 2006. Cerebro y dolor (Esquemas en dolor neuropático) 2008. Migraña, una pesadilla cerebral, 2009.

12 thoughts on “Imagined damage

  1. >PHISIOS: en Valencia estuve como asistente pero no dí ninguna conferencia. Siempre estoy dispuesto a exponer estas ideas allá donde se me invite a hacerlo. Creo que en Mayo iré a Madrid a hablar de fibromialgia…Gracias por los comentarios y por seguir el blogSaludos

  2. >Manderley: es frecuente que muchos síntomas, en ausencia de daño, aparezcan coincidiendo con episodios relevantes, emocionales o físicos, propios o ajenos. Eso no quiere decir que haya una relación de causa a efecto sino que el suceso ha modificado la evaluación predictiva y ha podido desencadenar la alerta nociceptiva.Saludos

  3. >Anonimo: la percepción placentera la reserva el cerebro para cuestiones biológicas sustanciales (conservación de uno y de su especie). El cerebro consigue promover la acción del individuo de buscar comida y pareja y concede el placer fugaz sdi se tiene éxito.El mayor placer suele ser el de retirar el programa dolor, el castigo. No hay mayor placer que el fin del sufrimiento.Saludos

  4. >Perchel: veo, con satisfacción, que utiliza correctamente los término. Es una prueba de que ha comprendido perfectamente los conceptos. Espero que presten su servicioSaludos

  5. >Estimado D. Arturo:De nuevo le felicito por esta entrada. Le leo frecuentemente y cada vez me sorprendo aprendiendo conceptos nuevos gracias a sus aportaciones y buscando información para poder seguir aprendiendo cada día un poco más.Me ha encantado la referencia que hace: "Dime qué imaginas y te diré de qué padeces…"Espero que algún día se anime a dar un curso o una conferencia en Madrid o en Andalucía, como la que dio en Valencia con la SEFID, o sobre cualquier tema, ya que un buen grupo de fisios de Andalucía no dudaríamos ni un momento en asistir.Le mando un cordial saludo:David Carrascosa Fernández.Fisioterapeuta 23-1449Aprovecho la ocasión para comentarle a "Anónimo" que hay un vídeo sobre la posibilidad de apagar el dolor, puede verlo en este enlace de youtube: http://www.youtube.com/watch?v=HH0LB2OvcZM.

  6. >Al hilo de los comentarios en relación al dolor orofacial, hoy comenté entre colegas el caso de una persona que derivada del servicio de maxiolofacial ( descartados problemas mayores ) acude a consulta con presentación de dolor orofacial de 7 años de evolución. Siendo la valoración normal, sin reproducción alguna de los síntomas durante la exploración ( los síntomas aparecen sin motivo alguno, con dolor agudo sobre la rama mandibular, acompañado de parálisis facial que revierte en pocos minutos ), la curiosidad parte de la pregunta sobre la creencia del origen del dolor, contestando que el dolor comenzó en el mismo momento de la muerte de un familiar directo ( nunca antes tuvo este tipo de dolor ), a lo que mis colegas justifican una casualidad la relación entre aparición del dolor con el hecho traumático “tenía que pasar, y ocurrió justo en ese momento”. Estaría justificada la casualidad? Qué referencias puedo encontrar entre este tipo de dolor trigeminal en relación con factores emocionales-psisomáticos? Qué experiencias podrían aportar los asidos lectores que han sufrido este tipo de dolor, en relación al inicio de los síntomas y factores psicosociales u emocionales? Gracias por su atención.

  7. >Legemcruz: estoy totalmente de acuerdo con lo que dices, como lo dices, y lo que pides.Doctor: Le ánimo a que continúe aportando buena información.Saludos

  8. >Doctor, ¿ se puede conseguir con la imaginación neuronal, el efecto contrario ?, es decir, en vez de generar dolor, que fuese placer. Sería fascinante…Saludos

  9. >Es difícil imaginar, que la imaginación tuya y la de los demás puede producir dolor real ( no imaginado ) y sufrirlo como tal dolor. La primera vez que lo “escuchas”, como poco, te extraña, luego con más tranquilidad lo piensas (no lo imaginas) y comienzas a creerlo y a ver como las piezas del puzzle del dolor que no encajaban ahora podrían encajar, se van resolviendo dudas que las has tenido desde siempre, incluso de pequeño, incoherencias médicas, rituales absurdos, descubres de que no era tan malo, ni malo siquiera, lo que siempre pensabas y piensas en el fondo como bueno ( bien vivir ).Me imagino dentro de unos años, mejor que ahora, gracias a usted, por instruirme en su teoría y pensamiento que me está permitiendo aceptar y controlar poco a poco la función imaginativa de la red neuronal, impidiendo así los despropósitos y desvaríos de mi imaginación (doliente).Saludos

  10. >Hola, me imagino que el Dr. te contestará, Cruz, aunque yo te puedo comentar mi experiencia con la ATM y los dolores faciales y de cabeza. A mí me diagnosticaron algo más que bruxismo, pero la respuesta está en tirar también esa información a la basura. Entendí que no existía justificación biológica para el dolor de cabeza ni por bruxismo ni luxación de disco articular, otra cosa es que se contraiga la musculatura, aunque también habría que aplicar los mismos conocimientos acerca de las "susodichas" contracturas.Un saludo, y perdón por la intromisión, pero como dice el Dr. hay una liada con la ATM, tanto, que a mí me costó mucho deshacerme del dolor y de la placa de reposicionamiento mandibular (se me desplazaba el disco y la placa ayudaba a la recapturación).Comprobado que se trata de un placebo, dr.Un saludo.

  11. >Legemcruz: absolutamente de acuerdo con lo que dice. Es necesario sostener lo que se dice en conocimiento contrastado. Hay muchos temas que están pendientes de ser analizados en el blog. En esta época me estoy centrando en la migraña y sus factores neuronales, centrales (evaluación, imaginación, cultura…). Cada especialista defiende una participación de su área como factor desencadenante, entendiendo por tal la existencia de un foco en los tejidos que genera una señal repetitiva de daño que acaba sensibilizando el sistema nervioso central. Todos estos estudios no suelen tener en cuenta los componentes evaluativos por lo que realmente dejan de lado lo sustancial (en mi opinión). No quise entrar en pormenores sobre las razones de mi incredulidad pero tengo en mente ir desgranando el espinoso asunto de los dolores musculares-puntos gatillo-miofasciales-contracturas… Es un tema sobre el que no hay mucha literatura pero prometo ir tocándolo.De acuerdo también en la necesidad del libro genérico. Lo tengo en la cabeza y espero que aflore pronto, quizás coincidiendo con mi jubilación (Abril) que dispondré de tiempo para ello…Saludos y gracias por exigir. Es estimulante

  12. >Estimado D.Arturo, Para "controlar la imaginación" es necesario SABER, NO SUPONER, y para ello es fundamental la buena información, la "verdad verdadera" de la que tanto se habla en este blog. Por ello no entendí bien el otro día, cuando le pregunté por el bruxismo como posible causa real generadora de daño y por tanto, de dolor de cabeza "justificado", que me contestara que usted particularmente no lo creía (en contradicción con los maxilofaciales), pero que lo importante era lo que creyera YO. Pero las creencias deberían basarse en la verdad, no? Quiero decir, no creer "al tun tun", como echando una moneda al aire. Yo a usted le CREO, porque tiene todo un arsenal de razonamientos absolutamente lógicos, aunque sea en contradicción con las doctrinas oficiales. Por ello es vital que a cada duda sobre un posible desencadenante de dolor se conteste con una "verdad verdadera" y así poder disolver los miedos cerebrales. Creo que muchas de las recaidas que sufrimos los "liberados" por usted se deben, precisamente, a una serie de interrogantes que aún pululan por el cerebro (aprovecho la ocasión para reiterar la necesidad de un libro "genérico" sobre la biología del dolor…)Un fuerte abrazo, y gracias, como siempre.Cruz

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